domingo, 8 de mayo de 2011

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

1 comentario:

  1. La bese tantas veces bajo el cielo infinito
    ella me quiso, a veces yo también la quería
    ¿Como no haber amado sus grandes ojos fijos?
    Precioso.

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